lunes, 27 de abril de 2009

El fin de la democracia

Hace unas semanas atrás comentaba en otra entrada cómo se ha complicado la situación sociopolítica de Venezuela. Haciendo referencia al acoso gubernamental a figuras de la disidencia como Manuel Rosales y Raúl Isaías Baduel, comparaba estas actuaciones con aquellas que ocurrieron en la Revolución Francesa.

Hoy ocurrió otro hecho de esos que llama a la reflexión: el gobierno peruano decidió darle el asilo político a Manuel Rosales. Este hecho tiene un profundo significado, puesto que este tipo de asilo se da es a los perseguidos políticos, lo que ratificaría ante la comunidad internacional que el juicio que se le sigue a este individuo es de carácter político más que judicial. En otras palabras, Venezuela comienza a tener perseguidos políticos. Ya es oficial.

Hace un par de semanas fue la Cumbre de las Américas en Trinidad. Revisando algunos chistes de la TV norteamericana al respecto, me topé con unas declaraciones de Jimmy Fallon donde hace referencia al apretón de manos entre Obama y Chávez. "Uno no se da la mano con un dictador", decía Fallon con respecto a Chávez. Me pareció un poco dura la afirmación, puesto que antes había escuchado estas palabras dichas con cualquier cantidad de carga emocional: desde rabia, hasta impotencia, frustración... Pero la realidad es que nada tan escalofriante como escuchar a alguien que lo decía con absoluta normalidad.

¿Hay una dictadura en Venezuela?

Cuando uno revisa lo que ocurrió con el Distrito Capital, es difícil pensar que en Venezuela existe una democracia. Para recapitular, y según expresé acá en la entrada relacionada con las elecciones regionales, el ganador al cargo de Alcalde Mayor de Caracas fue el opositor Antonio Ledezma. Cabe destacar, por cierto, que el principal candidato opositor iba a ser Leopoldo López, quien en una marramucia política fue "inhabilitado políticamente" por presuntos cargos de corrupción... Por los cuales, cabe destacar, ni si quiera pudieron abrirle un juicio legal. En otras palabras, fue una decisión netamente política.

Aún con todo este clima, Ledezma, la segunda opción opositora, logró alzarse con el triunfo en el Distrito Capital. El gobierno, no pudiendo asumir esta derrota, decidió avocarse a cambiar la legislación para construir un nuevo entramado legal que permitiera el nombramiento de otra autoridad para Caracas. Esta figura, elegida directamente por el Presidente de la República, no hace más que recordar los tiempos cuartorrepublicanos cuando era el presidente quien elegía el Gobernador del Distrito Capital. Otra muestra más de que la única diferencia entre lo que hay ahora y lo que había antes es el color de las boinas.

A la Alcaldía Mayor le arrebataron el 90% de su presupuesto y atribuciones y pasaron a la nueva figura. Claro que no todo fue simplemente por decreto, puesto que desde hacía días grupos armados habían impedido a Ledezma acceder al edificio de la Alcaldía Mayor. Apenas Chávez nombró a la nueva autoridad, estos grupos desalojaron el edificio para permitir a la nueva "autoridad" asumir sus funciones. Por supuesto no faltaron quienes la criticaron por ser elegida a dedo por Chávez, pero la genial respuesta de la flamente nueva Jefa de Gobierno del Distrito Capital es que "los dedos de Chávez son los dedos del pueblo". Cero populismo, ¿no?

Escenarios iguales o peores se han repetido a lo largo del país, donde el gobierno central ha quitado atribuciones a las diferentes gobernaciones opositoras. Además, tanto el ejecutivo como otros factores oficialistas han proclamado que no tendrán ningún tipo de diálogo con la oposición, lo que debería llevar a la reflexión: ¿dónde va a terminar esto? Creo que muy en el fondo todos sabemos la respuesta.

viernes, 17 de abril de 2009

Celulares y corrupción

Cada vez que Transparencia Internacional hace un estudio de índice de percepción de corrupción, Venezuela siempre aparece de último en Latinoamérica (que ya es mucho decir). En la lista general, siempre está por debajo de países africanos que están en guerra civil. Esto quiere decir que en esos países, aún en medio de bombas y tiroteos, la gente percibe que puede hacer trámites con menos trabas y "alcabalas" que los venezolanos.

Como siempre, es muy fácil culpar a los políticos por esto, aunque la cuestión de la corrupción se encuentra arraigada en cada una de nuestras actividades del día a día, como lo demuestra el cuento que les voy a echar a continuación:

Ocurrió hace más o menos tres años, cuando después de varias insistencias de la operadora telefónica a la cual estoy suscrito, me llamó para ofrecerme que me cambiara a un nuevo modelo de teléfono celular gracias a los puntos de un plan de fidelidad que tenía con ellos. La verdad no soy de los que cambian de celular a cada rato, pero un día me encontraba por cierto centro comercial caraqueño acompañando a mi familia y decidí acercarme a una de estas agencias para preguntar al respecto.

En la entrada estaba un tipo que me atendió con mucha diligencia. Le expliqué que estaba allí porque me habían llamado y quería conocer los nuevos modelos. Hasta ese entonces tenía un celular Nokia que me había funcionado muy bien, y quería cambiarlo por otro Nokia más reciente. Si bien había muchos modelos más modernos que el mío, el tipo me insistió en que ese mismo jueves iba a llegar el nuevo modelo 6265i, y que si iba a buscarlo ese día, lo podría tener nuevo de paquete. La verdad no soy de los que quiere tener el celular con más pinta, pero como el modelo tenía una cámara de dos megapíxeles y una memoria de 1GB para música, decidí esperar. De hecho como yo tenía tanto tiempo sin utilizar el plan de fidelidad, incluso ese modelo me saldría gratis.

Finalmente llegó el día jueves y me acerqué a la tienda. El tipo que me había atendido antes no estaba, pero en su lugar había una muchacha que, de entrada, no parecía tener muchas ganas de trabajar. Entonces, se dio un diálogo más o menos así:

YO: Buenas, quería saber si ya les llegó el Nokia 6265i...

VENDEDORA: Nada más tenemos en existencia los modelos que están en vitrina.

YO (Viendo la vitrina): Entonces, ¿no les ha llegado todavía?

VENDEDORA: No...

YO (Insistiendo): ¿Y no sabe cuándo le va a llegar?

VENDEDORA: No, ni idea...

YO: Es que yo vine hace unos días y hablé con (insertar nombre del vendedor anterior aquí), y él me dijo que el nuevo Nokia llegaba hoy...

La vendedora abrió los ojos y me miró desconfiada.

VENDEDORA: ¿En serio? ¿Él le dijo eso?

Luego de mirarme de arriba a abajo como para ver si yo pestañeaba o empezaba a sudar, finalmente me dio un número y me indicó que me sentara a esperar mi turno. La verdad no tenía muy claro si tenían el puto modelo o no, pero como ya había llegado hasta allá desde mi casa y el asunto me daba más o menos igual, decidí esperar y llevarme cualquier modelo que me ofrecieran. Total, era gratis.

Pasó más o menos una media hora hasta que llegó mi turno y me acerqué al vendedor que finalmente se encargaría de entregar y configurar los equipos. Seguimos:

VENDEDOR: Buenas, ¿lo puedo ayudar en algo?

YO: Sí, yo quisiera el nuevo Nokia 6265i...

VENDEDOR: Lo siento, pero ese modelo no nos ha llegado. Ahora bien, le podría sugerir que...


En este momento un siseo de la vendedora nos interrumpe. La tipa, desde el umbral de la tienda, hace un gesto que casi que podría interpretarse como una seña masónica. El hombre la ve y sin decir palabra sólo asiente con la cabeza, me pide que lo espere un momento y se marcha a la parte de atrás.

Vendedor de celulares.

Apenas un par de minutos después, el tipo sale con una pequeña caja, mirando a todos lados y con una expresión cuasi paranoide en su cara. A estas alturas yo comienzo a preocuparme. No sabía si toda la agencia era sólo una fachada para narcotráfico y pedir un "Nokia 6265i" era una contraseña para el crack... O si tal vez la gente de la operadora traficaba con coca en los teléfonos y usaba a sus desinformados clientes como mulas. El caso es que el asunto ya me comenzaba a preocupar. El tipo saca una caja blanca con el logo del fabricante finlandés y finalmente saca el teléfono... Es el modelo que yo había solicitado y que supuestamente "no tenían".

Lo que siguió fue un procedimiento estándar de compra de celular. Además al ver que el celular me salía gratis porque tenía un buen saldo de usuario, me trataron muy amablemente y me fui contrariado. Por un lado estaba contento porque había conseguido el modelo, pero por otro lado, no sabía si tenía cocaína adentro.

¿Por qué los tipos insistían en que no tenían un modelo que sí tenían? ¿Acaso los estaban guardando para sus panas? Si ese era el caso, ¿por qué el primer vendedor me pasó el dato? ¿Será que me consideraba "pana"? ¿Y si el tipo no me consideraba "pana", entonces yo me quedaba sin el teléfono porque "no les había llegado"? Y yo, ¿había cometido alguna falta o chanchullo sin darme cuenta?

Supongo que jamás tendré la respuesta para estas preguntas. Lo que sí sé es que muy probablemente esos vendedores llegaron esa noche a sus casas a quejarse de la situación del país, que en los ministerios todo el mundo es corrupto y todo es un chanchullo. Motivo de reflexión.

viernes, 3 de abril de 2009

Comienza el "Reinado del Terror" Bolivariano...

Una de las razones por las cuales me parece que todas las revoluciones apestan, es por su carácter radical y su increíble intolerancia hacia todos los que piensen diferente. Basta darle un vistazo a lo que significó el Reinado del Terror en la Revolución Francesa.
Varios siglos después, con procedimientos disfrazados de democracia (aunque manteniendo el mismo lamentable adjetivo de "revolucionario"), la historia vuelve a repetirse. Toda cabeza visible de oposición política debe eliminarse. Hoy dictaron condenas de 30 años de prisión para los policías involucrados en los sucesos del 11 de Abril (por otro lado, los "civiles" que dispararon contra los cuerpos policiales y manifestantes de oposición, están libres... Suponemos que el hecho que formen parte del Partido Socialista Unido de Venezuela no tiene nada que ver con esta decisión).

Además, existe actualmente una orden de detención contra Manuel Rosales (adversario político de Chávez en la última elección) y el aprehendimiento de Raúl Isaías Baduel (quien fue el militar que ayudó a Chávez durante los sucesos del 11 de Abril, pero se pronunció en contra de la reforma constitucional que permitía su reelección) el régimen chavista acelera su ofensiva revolucionaria.

¿Qué reflexión se puede sacar de esto? En realidad lo único que me preocupa es que un gobierno que cometa este tipo de medidas siga teniendo altos índices de popularidad. Me tiene sin cuidado lo que haga o deje de hacer un gobierno, pero sí me parece alarmante que exista un grupo importante de venezolanos a quienes realmente les parezca una buena idea silenciar todas aquellas opiniones que sean diferentes a las del gobierno actual.

La invitación a reflexionar es a ellos... Y también a los ejecutantes de las acciones. Recordemos que (como Baduel) los héroes de la revolución de hoy pueden ser los villanos fascistas del mañana. Y si no, pregúntenle a Robespierre, artífice de la teoría revolucionaria, quien llegó a decir: "El gobierno revolucionario debe a los buenos ciudadanos toda la protección nacional; a los enemigos del pueblo no les debe sino la muerte". Por supuesto, la vida da muchas vueltas, y él llegó a ser considerado enemigo del pueblo y por tanto la revolución lo mató.
Robespierre, el Dr. Frankenstein de ese monstruo llamado Revolución que se volvió contra su creador para matarlo. Hoy, el monstruo sigue cobrando víctimas, y seguirá haciéndolo mientras existan "revolucionarios".